martes, septiembre 20, 2005

Cuando por primera vez te ví (en una fonda)

Habiendo leído el "Manual del seductor" publicado en la revista Fibras y de autoría del notable Rafael Gumucio, muchachón de notable pluma y terrible berborréia. Apropiados de su sabiduría y envalentonados por un par de cervezas (dicen que con un poco de este elixir y mucha fé todo puede pasar) nos dirigimos, yo y otro aspirante a desayuno compartido, a la ya popular y no por eso más barata YEIN FONDA.


En el transcurso de la noche seguimos metódicamente y sin desesperar las más notables, nuevas y antiguas, formas de llevar a la cama a alguna guapa incauta que pasara por delante de nuestra líbido, para caer en el más real de las conclusiones, ellas siguen teniendo eso que se llama la mirada feromónica, que no es otra cosa que percibir a leguas de distancia ese olorcillo a algo que indescriptiblemente las atrae, pero que no quieren contarnos que es. Ese "que se yo" dictaba un comercial hace algunos años.

Así, el "Cuando por primera vez te ví" no es una facultad masculina, y como decía nuestro mentor dieciochero (Rafael) solo había que esperar aque ella fuera quién con un leve levantamiento de la comisura del labio, nos guiara a ese desayuno que tanto queríamos.

Cantamos fuerte con el Pollo Fuentes, deliramos con los Bunker y el plazo que nos había prometido Gumucio (él se lo había robado a un argentino narigón en Buzios) cayó exactamente a la hora prevista, esa hora de la cual nos habíamos reído a gritos, funciona. 4 AM es el momento en que caen las caretas y se asoman las miradas, esas que buscan como la primera vez. Ahora venía lo difícil, transformar esa mirada en un acto permanente, la regla era lo temerario, alguna idiotez tipo baile del aleteo copiado de Mick Jagger, esto de frente a la que miro impúdicamente, y por último esa sonrisilla infantil que a los treinta y algo nos sienta tan bien.

El primer paso estaba dado, solo faltaba aplicar el golpe final, hablar de las mas sabrosas cosas que le correspondían esa noche en la cama, así de frente y como adulto, riendo siempre después de cada atrocidad. Para después y sin dejar tiempo a una respuesta, invitarla a tomar desayuno describiendo jugos de frutas naturales, pastelillos del castaño, te de esencias y pan con palta, este desayuno suena apto hasta para la peor de las dietas.

Sin detalles, por que así me lo enseño mi educación campesina, me salto al desayuno después de dos porrazos exquisitos, que por supuesto solo fué una taza de leche con Chocolate y zucaritas, y la ví partir sin su teléfono en mi celular.

Triunfo absoluto pensaran ustedes, pues después de la experiencia debo decir que con esa canción a otro, Alvaro Henríquez tú y tu melosa estrofa estan equivocados, el "Cuando por primera vez te ví" no es garantía de amor.Ese tema sigue siendo facultad de ellas, son las que eligen y si uno esta dispuesto a dejarse querer todo bien, pero para salir a hacerse hombre y apuntar con el dedo con un rotundo "Esa es la que quiero" aún tenemos que esperar un poco más.

Dichosos los que buscamos más de un porrazo en la vida, pero que no despreciamos lo que la aventura nos depara.

2 Comments:

Blogger RICARDO VERGARA said...

GRANDE RUCIO....
ES MEJOR ASI...
LA DISTANCIA DEL SUEÑO DE TOMAR UNA ESTRELLA SE DILUYE CON EL TACTO...DEJALA INMUNE EN TUS FANTASIAS...Y SERA LA MEJOR DE TODAS..ESA QUE TUVISTE SOLO UNA NOCHE...UN ABRAZO AMIGAZO

8:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

me alegra el saber q todo el mundo disfrutó este 18 como Dios manda y si hubo lo q mi gran amigo comenta en sus palabras, mucho mejor.
TODO SEA POR LA PATRIA!!!

3:09 p. m.  

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